Abadía cisterciense de Szczyrzyc - 1234

En el año 1234 el paladín cracoviano Teodor Cedro, del blasón Gryf, fundó la Abadía cisterciense. Éste invitó a los monjes de Jędrzejów, en la región de Podtatrze, a Ludźmierz y les obsequió con tierras para que colonizaran los terrenos salvajes y los convirtieran en tierras de cultivo. Los monjes tuvieron que inculcar a aquella población, aún no muy asentada, los principios de las enseñanzas de Cristo y el respeto particular por la Madre Salvadora.

En la antigua carretera de Polonia a Hungría, en el valle del río Stradom, a los pies del monte Ciecień, se asentó hace casiocho siglos la abadía cisterciense, en la localidad de Szczyrzyc. En los tiempos de los últimos reyes de la dinastía Piast, Szczyrzyc era un distrito. Más tarde, aunque ya no lo era, era conocido por la cría del ganado vacuno y la agricultura, ya que los monjes cistercienses, siguiendo el mandato de la Regla de San Benito “Ora et Labora”, dirigían magistralmente su explotación agrícola, constituyendo así un buen ejemplo para las gentes de los vastos alrededores.

La razón por la que los monjes trasladaron la abadía de Ludźmierz a Szczyrzyc es uno más de los tantos enigmas de la historia. Sin embargo, en Ludźmierz permaneció la parroquia de la que se ha hecho uso prácticamente hasta el final del siglo pasado. Hasta ese momento, los monjes también poseyeron la llave de los bienes de Ludźmierz. Aquel traslado pudo estar motivado por los ataques de los tártaros o también de los bandoleros que asaltaban el desprotegido monasterio, sabedores de la impunidad de una escapada de aquellas tierras perdidas. Como la principal tarea de los cistercienses era el culto a la Vírgen Santa, lo inculcaron primero en Ludźmierz, donde está simbolizado por la estatua de la Vírgen de Ludźmierz y luego, en Szczyrzyc, con el cuadro de la Vírgen Milagrosa de Szczyrzyc.

A los pies de los altares de ambas localidades ha rezado el primer papa polaco Juan Pablo II. La constatación de que los cistercienses se preocupaban por la imagen de la Vírgen la tenemos en las crónicas, como aquélla que relata que el Abad Romiszowski, en el año 1727, encargó a un orfebre de Cracovia una corona y un vestido para la estatua de la Vírgen de Ludźmierz y para el cuadro de la Vírgen de Szczyrzyc. Como veneración a este secular culto, Juan Pablo II coronó la estatua llamada “Gaździny Podhala”, La granjera de Podhala y bendijo las coronas de oro que el Primado de Polonia, el cardenal Jósef Glemp, había colocado en el cuadro de la Vírgen de Szczyrzyc.

Esos mismos monjes cistercienses fundaron la ciudad de Nowy Targ y en Szaflary construyeron un castillo-fortaleza. A ellos también la historia les adjudica respetables logros: la transformación de los terrenos de Podtatrze en campos de cultivo, la gestión de los ríos, la construcción de puentes para posibilitar las comunicaciones entre los habitantes de la zona y la educación de los jóvenes, no sólo en las verdades de la fe, sino también en diferentes oficios, sobre todo los relacionados con la agricultura y la jardinería.

Durante la ocupación nazi, a pesar de las estrictas prohibiciones, las paredes de la Abadía se convirtieron en asilo para los refugiados procedentes de las distintas partes de Polonia y las celdas de los monjes se utilizaron como aulas donde se impartían clases clandestinamente. Dichas aulas fueron transformadas en 1945 en instituto privado de enseñanza secundaria.

Museo

La colección de armas del museo del monasterio de Szczyrzyc es imponente. Se compone de armas blancas procedentes de Polonia, España, Francia y Turquía, entre las cuales se encuentran sables, espadas, floretes, estoques y cuchillos de monte; también forman parte de la colección armas de madera como alabardas, lanzas, partisanas, espadas, espetones, astas, picas, así como guadañas, mayales campesinos y armas de fuego, desde las de mecha hasta las de piedra, y las de pistón. Como arma de proyectil se encuentra la ballesta de caza alemana que data del año 1669. Merecen mención las armas japonesas, entre ellas, el escudo samurái, el sable samurái y el sable de haraquiri. Como armamento de defensa podemos encontrar en el museo: armaduras de caballería del siglo XVI, escudos, lorigas, yelmos de caballería, gorjales de armaduras, y también cascos de diferentes tipos. Igualmente, se puede contemplar aquí material militar procedente de los países misioneros, por ejemplo: diferentes puntas de lanzas africanas, el yatagán, la espuela indonesia, el carbón africano, la lanza de caza africana, el kris malayo, así como el bumerán de Australia.

Para finalizar la visita a la colección de la abadía de Szczyrzyc, presentamos el mapamundi elaborado por Konrad Miller, mapa único en su género que hay en Polonia. El mapa original fue elaborado en el siglo XVIII por los monjes benedictinos del monasterio de Ebstorf en Alemania. El museo fue fundado en 1954 por el abad Stanisław Kiełtyka.

Cervecería

Según algunas crónicas del año 1623, los monjes cistercienses de Szczyrzyc elaboraban una bebida a partir de grano quemado, achicoria y lúpulo, que se llamaba CEREWIZJA y que, al parecer, calmaba la sed y sustituía al té o al café actuales. Una bebida parecida es la actual cerveza de un contenido alcohólico reducido elaborada según las antiguas recetas como bebida dulce, tal y como se entiende en las culturas occidentales. La cervecería del monasterio de Szczyrzyc está cerrada desde 1996.